Todos sabemos que las abejas clavan el aguijón como método de
defensa y que mueren si no lo pueden retirar (se les desgarra el
abdomen). Una defensa medio chota si se quiere.
Eso me hizo
pensar que varios votantes macristas son como la abeja: clavaron el
aguijón como defensa (su voto) y, luego, al no tener la fuerza
suficiente para sacarlo se van a morir, metafóricamente hablando, es
decir, van a caer del lugar en el que están.
No les va a pasar a todos sus votantes porque algunos tienen más resitencia, es como si le hubieran clavado el aguijón a alguien con la piel más fina que la de un humano y podrán seguir clavando el aguijón varias veces. O, tal vez, sean abejas reinas, que jamás mueren.
El tema con todo esto es que muchos que no somos abejas corremos el mismo riego que los que sí lo son.
En fin, los aguijones duelen como la reputa madre que lo parió.