Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

viernes, 24 de agosto de 2012

Mamá no quiere a Mateos

Esta mañana, la llamé.

- Mariana, ¿Miguel Mateos era cantante, no?

- Sí, ¿por?

- Murió.

- ¿Cómo?

- Sí, lo escuché esta mañana, creo que con un coche, en Galicia.

Mi cabeza trabajaba pensando qué haría ese sujeto en Galicia.

- ¿Segura?

- Sí, escuché algo de que era de una banda.

- Sí, Dany lo escuchaba, qué raro.

- Cuando me entere bien, te digo.

Corté y empecé a googlear. Muchos Miguel Mateos en España, o Miguel Mateo. Ninguna referencia al cantante. No sé qué fue o qué es de la vida de este buen señor, pero creo que la parca se llevó a otro con nombre parecido. Si alguien sabe algo del paradero de este sujeto, me avisa. No es que me interese, pero quiero saber cómo llegó esto a la cabeza de mi mamá.

jueves, 23 de agosto de 2012

Todo empieza y todo acaba en ti

Supongo que, cuando la gente se muere, nuestro universo cambia, se reduce, estalla, se fragmenta.

Este año, todo se reduce a mi papá, como nunca, me detengo a recordar o a pensar cosas, supongo que es traerlo un poco de nuevo.

El año pasado, mi papá comenzó compulsivamente a contarme cosas de su familia. Nunca antes había hecho eso. Necesitaba contarme todo y, al mismo tiempo, necesitaba regalarme cosas suyas porque era mi herencia y yo se las rechazaba. Gozaba de buena salud, por qué adelantarse a los hechos. Con el correr del tiempo, pensé que todos sus muertos venían a buscarlo, eso supone ver la Santa Compaña, creencia gallega.

Un día de diciembre, luego de un almuerzo con él, al despedirlo, lo vi fijo parado en la puerta y la certeza de que moriría pronto apareció. Salí de ahí y llegué a la casa de mi mamá llorando, se lo comenté y me preguntó si el me había dicho algo sobre su salud y le respondí que no. Esa imagen no me la olvido más.

A los pocos meses, uno o dos, supe que tenía que operarse y que no quería, supe que un médico le había dicho que tenía poco tiempo. Lo vi una vez más en marzo, me empeñé en llevarle todos los días a mi perro porque se ponía a reír como un chico cuando lo veía.

Luego, las cosas se fueron sucediendo a la distancia. Lo internaron y salimos en coche hacia Posadas y lo vi en una terapia intensiva. No me olvido más de los ojos con los que me saludó el día que me volvía, él sabía que era la última vez que nos veíamos.

Pero le dieron el alta. Así que decidí ir al recital de Sabina y de Serrat como estaba previsto. Sin embargo, en el medio del concierto, algo me hizo desconcentrarme y pensar en él. Ya era la madrugada del día 30 de abril. Esa mañana al despertar, supe de su nueva internación.

Ese fin de semana o el siguiente, fue la inauguración de Euskaltzaleak y le hicieron un homenaje con gaitas y bailes a Castelao, poeta gallego, porque el año pasado habían podido tener lugar gracias a la gente de Xeito Novo que compartió un espacio. Filmé eso porque quería mostrarle las gaitas a mi mamá, que había llegado el día 3, pero que no estaba de ánimo para acompañarme.

El día 9 por la noche, supimos de una complicación. Le dije a mi mamá que trataría de viajar ese mismo jueves. Pero, cuando desperté alrededor de las 5 con una tormenta impresionante el día 10, abrí los ojos al mismo tiempo en que pensé "se murió". A pesar de eso, decidí ir a la facultad porque pensé que él querría eso y porque, además, era solo un pensamiento. Volví a casa, me llamó mi mamá y me dio la notica que ya sabía.

Una de las primeras cosas que pensé en esos días, jueves o viernes, fue que no iba a tener nunca más a nadie que me insistiera para cambiar el celular. Y ese viernes, el mío dejó de sonar. El sábado, mientras almorzaba con mi mamá hice todo tipo de pruebas: mandarme mensajes desde otro celular, llamarme, poner el mp3 y nada. Hasta que dije "voy a probar con el video de las gaitas que grabé". Y comenzó a sonar de nuevo, volvió a funcionar el teléfono como antes.

Así que el lunes siguiente salí desesperada a comprar dos cosas: un celular nuevo y el CD nuevo de Ismael Serrano, que justamente había salido el día 10, mismo día en que mi papá falleció. Llegué a casa, lo puse en la PC y no sonaba porque me funciona mal el reproductor. No tenía otra opción que el DVD que me había regalado él, que tampoco funcionaba hacía bastante. Pero agarré fuerte el disco y dije "pá, hacémelo funcionar". Creo que fue una de las últimas cosas que quiso reproducir definitivamente ese DVD.

Una de las primeras noches en que él ya no estaba, me despertó algo extraño. Por el miedo que me dio de golpe dormir, había empezado a dejar que el perro durmiera conmigo. Esa noche, antes de acostarme, le di un beso en la cabeza y le dije "si ves a tu abuelo, decile que lo quiero", en esos impulsos desdesperados que uno tiene. En un momento dado de la noche, me despierta el perro que estaba agachado en sus patas delanteras (de espaldas a mí) y movía el rabo como si jugara y hacía un ruido como si hablara, no era ladrido, era una especie de "ua ua ua ua" como cuando los niños simulan hablar.

A los pocos días, intenté forzar a mi PC a reproducir el disco y, como no quería, solo escuchaba al disco dar vueltas y vueltas y, aunque me molestara eso, como soy tan vaga, no lo saqué. Salí a hacer unas compras y llegué a casa y había música sonando. Me acerqué a la máquina y sonaba "Mientras tú llegas" y justo decía eso de "Todas las cosas se empeñan / en hablarme de ti. / Y, así, te escribo, me hago un té, me duermo. / Salgo de casa, me digo que estoy bien, me miento. / Feliz, sonrío y la tormenta se despide / y en mi sonríen todos los hombres del mundo".

Y mi última gran coincidencia fue que, a los tres meses, estando en el Rex viéndolo a Ismael Serrano, este buen señor cantó las dos canciones que me hacen recordar a mi papá una detrás de la otra.

Las conclusiones de esto son obvias: escucho a muchos españoles (gracias a papá y a mamá) y mi vida está repleta de casualidades.

Escribo esto porque recién hoy encontré un mensaje del día 11 de agosto en que alguien que no me conoce me decía que esa noche en el Rex cuando sonó "Mañana porteña en Madrid" se acordó de mí. Y solo puedo decirle gracias con esto que escribo.



domingo, 19 de agosto de 2012

La caverna

Ayer, estuve viendo parte de La educación prohibida que, si bien es un documental bastante repetitivo (por eso, vi solo una parte), tiene muchas cosas para pensar. Una es que esa famosa caverna de Platón (empieza justamente el documental contando de qué se trata) termina siendo la escuela.

Constantemente, hacen referencia a que la escuela actual está pensada como una fábrica, en que se miden tiempos, logros, conductas, etc. Pero, además, la escuela termina siendo consumista, es decir, del mismo modo en que se compra algo, se usa y se tira, con el conocimiento adquirido pasa igual: los alumnos estudian de memoria, lo escupen y lo olvidan.

La culpa no es de ellos, claro está, casi nadie enseña a pensar. La idea es igualar en conocimiento, que no es lo mismo que pensar la igualdad. Esta tiene que ver con ser iguales en nuestra diversidad y la diversidad podemos pensarla desde el concepto de alteridad. Recuerdo que, cuando Emilio Estefan, producía todos los discos de música latina, mi mamá decía que ese tipo era una fábrica de chorizos: todos iguales. Y, en un punto, la escuela puede terminar siendo esa fábrica de chorizos.

El mayor temor que tienen mis alumnos es cuando les doy a leer algo y les pregunto "¿qué pensás?". No les gusta. Cuando yo iba al colegio, pensar estaba mal, bah, lo que estaba mal era pensar diferente al profesor. Las pocas veces que me ofrecieron pensar y lo hice fue contraproducente para mis notas. Por ejemplo, la profesora Ramella de Literatura en 4to año siempre en la prueba nos daba como último punto a resolver que escribiéramos nuestro juicio crítico valorativo sobre la obra, es decir, debíamos decir si nos había gustado o no y por qué. Por lo tanto, imagino que podría haber evaluado argumentación en esa pregunta tan poco literaria (lo primero que nos hacen desterrar en la facultad es el concepto de gusto). Sin embargo, esta mujer evaluaba si mi gusto estaba "atrofiado". La vez que puse que no me había gustado lo que había leído, me saqué un 6 en la prueba. Cuando comencé a poner que era lindo, que me gustaba y bla bla mis notas comenzaron a subir. Otro caso similar fue cuando en 5to año algunos quería poner nuestro dinero de la fiesta para ofrendarle una plantita a la Virgen pidiéndole que nos uniera como grupo y me negué, me parecía un desperdicio, sobre todo, teniendo en cuenta que nos llevábamos bastante mal. Yo era muy católica, pero me parecía una tremenda pelotudez. Juro que de 9 la nota bajó sin escalas a 6. Mi nivel de catolicismo, evidentemente, estaba en baja.

Y lo malo de todo esto es que el pensamiento crítico desaparece. Y, cuando hablo de pensamiento crítico, hablo de reflexionar sobre todo, de pensar antes de hablar. Cuando salgo a pasear con mi perro, escucho siempre el comentario de que el perro es "malo" porque lleva bozal. ¿No será que lo lleva porque es un animal mediano que si se asusta puede mandarse una macana? Después, si los perros muerden a los niños, el animal es malo (concepto totalmente errado, dejemos de pensar animales malos y buenos). Mi perro lleva bozal porque puede pelearse con un perro, lastimarlo y lastimarse. Ama a los niños, ama a las personas en general. No es malo, es bruto. Y lleva bozal porque soy prudente. Sin embargo, la mayoría prefiere quedarse en la superficialidad del símbolo y no pensar. La mayoría prefiere quedarse en la caverna.

Y, si bien la deducción fácil del bozal no es grave, si lo es en otras cuestiones. Esta mañana, escuché a uno de los de Clarín hablando de los canillitas casi como si fueran vándalos solo porque exigen cobrar un poco más por el precio de tapa. Cuántos no se quedarán con la idea de que los canillitas están haciendo paro, probablemente, porque le quieren hacer un boicot a Clarín. Y así vamos, los docentes, los canillitas, los metrodelegados... todos perjudicamos a alguien cuando reclamamos algún derecho que es nuestro, según los medios, y a la larga es lo mismo que termina repitiendo el que consume eso. Porque seguimos consumiendo símbolos, porque seguimos consumiendo información y conocimiento.

Y hay algo que algún día deberemos entender y es que el conocimiento se produce, no se consume.

Y hay algo que yo deberé entender y es que aquello que pensaba que me hacía mala profesora como no revisar carpetas, que no me moleste que escriban con colores, que no me moleste que entreguen las respuestas desordenadas, es decir, ser tan anárquica en algunas cosas y no ponerles pautas a los alumnos, debe de ser una de las pocas cosas que hago bien. Porque lo único que me irrita es que me pregunten por qué los quiero hacer pensar.

martes, 14 de agosto de 2012

Everybody loves Inés o cómo todos queremos a la Inés

La gente, a veces, vive en lugares distantes, no se conoce y oh casualidad un día entra a internet. Ahí, conoce a gente con sus gustos y descubre varias personas y una de ellas tiene un sueño, que es el mismo que el de esas otras personas, pero todos perciben que alguien lo sueña más intensamente y lo merece a como dé lugar.

La chica agarra su valijita y viaja de Bahía Blanca a La Plata. Alejandra le abre su casa, Andrea le da una de las entradas. Hay Gran Rex y a la salida, cuando Inés salía del teatro, uno a uno la iban reconociendo y deseándole suerte.

Esa noche Alejandra e Inés vuelven a La Plata y no importa que no cuentes con una persona a tu favor, sino que cuentes con la conspiración del resto.

Al otro día, sin esperarlo, Inés nos cumplió un sueño a todos: verla con Ismael Serrano. Porque ella tiene ese modo tan suave de contagiar a la gente, que lo que nos contagió fue su deseo y, a su modo, nos hizo dar cuenta de que ver feliz a otra persona muchas veces es más gratificante que conseguir algo para uno mismo y guardarlo.

Creo que Inés merece una historia, una novela, un cuento porque su vida tiene mucho para contar y porque es como la Inés de Almudena, su mejor arma contra el enemigo es su alegría.

Felicidades Inés por haber cumplido tu sueño sin pasar por arriba de nadie y felicidades a todos los que pusieron de su parte porque esto suceda. Felicidades a todos los que nos sentimos un poco menos egoístas por el solo hecho de disfrutar la felicidad de otro.

lunes, 13 de agosto de 2012

El placer de los dioses

- Má, ese sillón está sucio.

- Sí, voy a esperar al último día que vengas con el sucio de tu perro para limpiarlo.

- Esa mugre no es del sucio de mi perro, no se sube ahí.

- No, eso es porque el otro día le pasé quitaesmalte a lo que pintó la nena (entiéndase: mi sobrina y su nieta), si nunca fue así de claro.

- No, limpialo con cif y vas a ver que te queda todo el sillón así claro, eso es mugre.

- Con cif, ¿el blanco?

- Sí, así le saqué la mierda a mi sillón.

- No sabía.

- Eres una sucia, ¿no te da vergüenza?... la casa de una señorita, si es solo pasar un trapo, ¿qué van a decir de tu madre si ven eso? ¡Vergüenza debería darte, si yo no te enseñé así! ¿Viste má? En menos de un minuto, tuve el placer de decirte todas juntas las cosas que vengo escuchando hace años.

Solo me faltó decirle, si tienes que llamar a un médico porque te sientes mal y ve eso, ¡què vergüenza!

domingo, 12 de agosto de 2012

- Me pone contenta que estés saliendo más.

- ¿Por?

- Porque así conoces gente, los amigos de internet no son amigos reales.

El café de los recuerdos

Hoy recordé otras cosas, mis días de bares. Claudia me dijo qué gallego se lo ve, muy Manolito y pensé que me parecía tan natural verlo tan gallego vestido de mozo y viajé... lejos en el tiempo y un tanto en el espacio.

Viajé a las mañanas de Posadas en el bar de los amigos de mi papá, el y, luego, transformado en Le petit. Yo, sentada a la barra con él con mis 6 o 7 años, y del otro lado Alfonso y Manolo sirviendo el café. De vez en cuando, venía un madrileño, bastante joven, lo que me llamaba la atención ya que para mí los españoles eran todos gente más grande. Este señor se parecía a Magnum y lo llamaban "Carajillo", creo que por la costumbre que tenía de pedirse uno. En esas charlas, siempre se hablaba de política y de los negocios, sobre todo de los "cartos" y siempre era en gallego, salvo, claro está, si aparecía "Carajillo".

Ya de grande, estando en Buenos Aires, las charlas con mozos, no era con mozos de bares. En los primeros años, creo que aún tuvimos alguna visita al restorán El mundo donde trabajaba como mozo mi padrino, gallego él también, y donde había trabajado mi papá haciendo lo mismo.

Más tarde, Galicia se fue reduciendo a la Avenida de Mayo, lugar en el que siempre mi papá encontraba a alguien con quien hablar en su lengua y siempre, con ese alguien, hacían el repaso de los muertos o de los conocidos en común que, casi siempre, habían tenido bar o algo por el estilo.

El café de los recuerdos me trajo estos hoy porque en la familia, además de mi papá, hubo abuelo que tuvo bar y, según palabras de mi madre, su tío ganó la carrera de mozos que suele hacerse todos los años. De todos ellos, Manolo y mi padrino siguen vivos y "Carajillo" creo que había vuelto a España.

Este fue hoy mi café de los recuerdos. En homenaje a todos los que ya se nos han ido, a mi papá especialmente y a mi pequeña Galicia de Avenida de Mayo.

sábado, 11 de agosto de 2012

Lado B

Hoy, les cuento un poquito el lado B (qué mayor estoy) de la entrada de ayer sobre el concierto. La verdad, es que el romanticismo, como todo en la vida, tiene su parte de chasco... o será que yo tengo la tendencia a lo tragicómico, a la risa que corta el llanto, a meter la pata.

Ayer, estaba ansiosa por conocer a Inés, entonces, en un momento dado, la verdad, me cagué en la parejita de al lado. Había un montón de butacas vacías sobre la derecha y yo quería ganar terreno para acercarme a ella. Entonces, en una de esas veces que Ismael se fue del escenario, quise aprovechar para pasar. Y estos dos flacos seguían chapando, era para hacer una peli llamada El chape sin fin. Lo cierto es que (ya se me pegó esta frase del señor Serrano), decía, lo cierto es que yo quería pasar y estos dos pibes no le aflojaban a la lengua y quise hacerlo disimuladamente. Soy bastante flaca, pero debo reconocer que tengo un culo hispánico, que no heredé de papá sino de la asturiana madre. Y mi culo hispánico se llevó puesta a la chica y casi provoco que el chico se la coma o que ella le baje los dientes.

Pensé en pedir perdón, pero siguieron con el chape. Seguro que si todo sale como ellos esperan, en este preciso momento, no se acuerdan de esa situación. Pero si todo se va por agua abajo, en un futuro, entre todas las cosas de las que ella se quejará estarán la canción "Vértigo", con la que puteará al infinito cada vez que la oiga, y el culo de Mariana.

Besos, risas y estrellas

Quisiera contar mis pensamientos sobre el recital de hoy, pero mis pensamientos son tan imposibles de acotar como mis textos, en eso, comprendo al pobre Serrano, que se ve injustamente limitado en 140 caracteres.

No puedo decir todo lo que pensé, pero voy a ir contándoles sobre una situación particular que me hizo llegar a otra.

Cuando me senté en la butaca, vi llegar a una parejita. Suponía que eran novios, pero no, porque ella le preguntaba cosas sobre su trabajo y él le iba contando todo como si ella desconociera. Sí, ya lo sé, escuchar conversaciones ajenas está mal, pero lo mejor que tiene la vida es escuchar y contar historias. La pareja se había dado cita en el recital de Serrano, quién pagó no lo sé. El hecho es que las canciones iban pasando hasta que "Vértigo" encendió la magia. Imagino que ahora esa será la canción de ambos para bien y para mal. Los besos comenzaron, sí, señores, empezaron a chapar de lo lindo y yo a sonreírme. Quise tenerle envidia a la chica, pero no pude, me dio ternura que siguieran el concierto tomados de la mano y deseé profundamente conocer a alguien con quien compartir estos conciertos.

El hecho es que, pensar todas estas cosas, me hizo pensar que hay un hombre al que amé mucho (creo que lo amé, eso lo pienso ahora que ya no me hablo con él), al que las canciones de Serrano me suelen llevar. El día que me dije que moriría de amor por alguien como él, la casualidad hizo que en el pabellón azul de la feria del libro estuviera Tati Almeyda hablando y "Ya ves", música que por aquel entonces tenía en mi celular, sonaba de fondo. Cuando volvía en colectivo a casa, tuve su primer mensaje y la ilusión comenzó a nacer muy intensamente. Esa canción quedó asociada para mí a esta persona a punto tal que había comenzado a escribir una novela tres meses antes y, al conocerlo, incluí un personaje basado en él que se llamaba Marcos (porque si Marcos abandona, quién será nuestro dueño). La novela fue quedando ahí y apareciendo con el tiempo, las ganas y ahora espera... Una de las cosas que me dijo fue que le gustaba Ismael Serrano y morí más de amor (los hombres suelen engañarnos con esas cosas) y un funesto día del maestro él me ayudó a sortear unos obstáculos para que yo llegara a tiempo a verlo a La trastienda donde Rodolfo Serrano iba a estar presentando su libro junto con su hijo.

El tiempo fue pasando y con él las indecisiones, los mensajes poco claros. Pero sé que lo quise como a nadie y pensé que él era todo. La única música de fondo que conservo de Ismael ahora para esa historia es un poco funesta y predictiva. Con unas copas de más, dijo las palabras más bellas, que también son las que más duelen cuando no son ciertas y me pidió que pusiera música para que bailáramos. El último disco de Ismael estaba puesto y con felicidad le dije "está Ismael" y creo que el muy tonto pensó que tres éramos multitud porque puso cara de "ese sujeto ya me está cansando". Y, como una ironía del destino, la canción que sonó en ese momento era "Te odio". Al día siguiente, él no pudo decir más nada y yo, como siempre, no me pude callar la boca.

Hoy, escuché miles de canciones que hablaban de mí porque, sin saberlo, este sujeto canta lo que siento. Pensaba contar en mi relato que cantó las dos canciones que me recuerdan a mi viejo juntas como si me leyera la mente. Pensaba contar que lo mismo hizo el año pasado cuando leyó la poesía sobre el perro muerto cuando hacía poco tiempo se me había muerto mi perra (a la que acuné hasta su muerte cantándole "No estarás sola" y "Caperucita").

Pero no. Porque hoy de nuevo estaba Tati Almeyda cerca, porque estaba Ismael cantando "Ya ves", "Vértigo" y las canciones que me hacen recordar a alguien a quien quise mucho y muy sinceramente. Y creo, ahora con el tiempo trasncurrido, que nunca fue cierto que le gustaba Serrano y mucho menos que me quería y que, aunque no lea esto nunca se merece estas palabras y mucho más porque, más allá de los dolores y de todo lo que no fuimos, me regaló la capacidad de soñar y de creer en las estrellas.


jueves, 9 de agosto de 2012

Mi cara es un problema para el registro

En lingüística, el registro es hablar con lenguaje formal o informal según el contexto, muchas veces depende de con quién se esté hablando.

Mi cara en algunos contextos genera problemas de registro. El ejemplo es la situación que tuve hoy en el banco, adonde fui a pedir mi tarjeta de crédito. El señor comenzó tuteándome y me pidió datos para buscarla. Cuando la encontró, me dijo:

- Acá está, señora... o señorita.

Y me pidió el DNI. Se lo entregué, y me reprochó como si fuera mi padre (en tono cariñoso), que el mensajero había pasado varias veces por mi casa. Me pidió que firmara algo y, como no veía dónde había birome, me la mostró y me dijo:

- Acá está linda.

Con ese "linda" dulce que suele tener la gente mayor (¿me llevaría 20 años el señor?) con las criaturas.

Creo que el señor estaba desconcertado, me trataba como señora por el hecho de tener una tarjeta a mi nombre y me trataba, a la vez, como si tuviera 15.

Gracias, señor, fue un halago a pocos días de cumplir 31.

¿Ismael quiere brandy?

Situación ayer por la noche antes de dormir. Llamé a mi madre como habitualmente cuando está en Buenos Aires:

- Hola, ¿má? (como si pudiera atenderme otra persona), me voy a dormir.

- Pensé que ya estarías durmiendo (estoy por cumplir 31).

- No. Ahora me voy, estuve con la compu.

- Bueno. ¡Ah! Me olvidé de decirte algo que pensé esta tarde.

- ¿Qué?

- Ese muchacho canta igual a Dyango cuando era joven (aclaración: ama a Dyango, creo que me sé su repertorio desde antes de nacer).

- ¡NO ME DIGAS ESO! (no me dio el ataque en ese momento).

- Sí, canta igual aaaaaaaa (imitando la ronquera de Dyango).

- NO ME DIGAS ESO .

Ya no tenía otras palabras, cerebro bloqueado pensando que de vieja, cuando vaya a ver a Ismael Serrano, terminaría esperándolo en la puerta, tomándole la mano y diciéndole "aguante el Rayo Vallecano", como la vez que la acompañé a ver a Dyango y se mandó un "vamos el Barça" o algo por el estilo.

- Sí, pero Dyango era un gran músico, tocaba con (menciona a un fulano que desconozco, por suerte, evitó la historia de que era trompetista y bla bla bla).

- Bueno, está bien.

Empecé a repetirle esas palabras con la sola intención de que no siguiera metamorfoseando a Serrano en Dyango porque, aunque conozco el repertorio de este, no iría ni de casualidad a verlo tres veces.

Ella insistía con su "es un gran músico" y bla, bla, yo con mi "bueno, está bien", pensando que en algún momento me contaría la historia de que Dyango se llama Carlos Gómez, pero por suerte no lo hizo.

Ahora, no sé si Ismael es Ismael, Dyango, Carlos Serrano, Ismael Gómez, si es hijo de Dyango y no de Rodolfo o, tal vez, de Chespirito y mi mamá se confundió (¡¡¡Má!!! Dyango de joven era igual al Chavo).

Solo espero que Ismael no cante mañana "Esta noche quiero brandy", canción que en mi casa le valió el mote de borracho a Dyango y con lo que la torturábamos a mi madre cuando éramos chicos.

Eso sí, Ismael, si leés, esto nos juntamos a hablar de música, de libros, de la vida cuando quieras donde quieras, el sitio que mejor prefieras...



miércoles, 8 de agosto de 2012

"No soy fisonomista", mamucha dixit.

- Hoy, conocí a Ismael Serrano.

- ¿En serio, dónde lo viste?

- En C5N, en una nota, pasaron un video. La mujer es argentina.

- Sí, sabía.

- Hace cinco Gran Rex, ¿es tan conocido ese muchacho acá? (es probable que mi mamá en Selorio -España- jamás haya escuchado hablar de él).

- Sí, má, de hecho los últimos los tuvo que agregar. ¿Qué video pasaron?

- Uno en que está con la morochita, perá que me acuerdo el nombre... la mujer de Gastón Pauls.

- ¿Agustina Cherry?

- Sí, con la Cherry.

- ¿Cómo era el video?

- Él habla y canta (creo que mi mamá confunde su modo de cantar susurrado con hablar).

- ¿Él es como el mozo de un bar y aparece una chica morocha?

- Sí.

- No, má, no es la Cherry, esa es la mujer.

- ¿Esa es la mujer? Era igual a la Cherry.

domingo, 5 de agosto de 2012

Caminando vacío

Hay una canción brasileña que dice "Ter saudade até que é bom / É melhor que caminhar vazio" ("Sonhos", Peninha) y tiene mucha razón.

La ilusión nos permite seguir, es como una especie de motor que tenemos. El estado de enamoramiento, por ejemplo, es una ilusión, en todos los sentidos de la palabra. Desear fervientemente hacer algo es una ilusión.

El problema es despertar de ellas, ver la realidad como es, tosca, material en bruto que solo puede ser obra de arte tallada con deseos. Lo duro es ni siquiera tener nostalgia de esa ilusión, ningún recuerdo, ninguna lágrima, ninguna canción que nos lleve a ella. Ni siquiera tener saudades de algo, que al fin y al cabo es aunque sea la sombra de eso que se tuvo (aunque solo haya sido en formato ilusoria), es lo problemático, lo que nos deja sin deseos, lo que nos hace caminar vacíos, ser solo una máquina que ni siquiera siente, un hombre de hojalata antes de su aceite.

Caminar vacío ni siquiera produce dolor, quizás, muchos creerían que es el estado óptimo del ser humano, pero no. Es la deshumanización completa de la persona, el fin, el punto final sin después.