Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

viernes, 12 de agosto de 2011

"Ahora, es el momento de volver a empezar..."

Hoy, cumplo mi primer cuarto de vida, sí, espero llegar a los 120, por lo tanto, me siento muy joven todavía, recién comenzando mi carrera contra el tiempo.

Este último año me dejó cosas de las más diversas, desde un trabajo hasta una enfermedad que mi perro acarrea con valentía caballeresca, aunque ya me esté diciendo adiós.

Me encuentra con dos nuevos seres para amar, no equiparables, que son mi sobrina que ya va para el año y Jacinta, que creo que es a quien Cuqui le va a delegar mi cuidado, fue ella la que me guió a su encuentro.

En el plano del conocimiento, ahora sé decir algunas cosas en vasco y, respecto del otro conocimiento, del cotidiano, quiero que todo me rompa menos las bolas, aunque la casa sea un caos.

En la música, ese paraíso tan mío, encontré a mi amado Ismael. Nada para agregar "ahora es el momento de volver a empezar, que empiece el carnaval"...

En literatura, debería hacerle un monumento a Almudena, gracias por tanta Inés.

Y, aunque suene muy señorita maestra, encontré un montón de alumnos que me hacen reír, incluso, en los peores momentos, aunque ellos no lo sepan. Si se sienten muy sumergidos en la realidad, no duden en hablar con un adolescente, saben mucho más de la vida. A veces, se cree que son tontos, que la edad del pavo y, sin embargo, tienen más sensibilidad con el mundo que muchos adultos.

Y, como me dijo mi madre hace más o menos 10 años, la vida me sensibilizó y lloro por cosas que antes no me movilizaban.

Hoy, brindo por todos los que supieron estar conmigo aun estando en un mal momento de sus vidas. Gracias.

sábado, 6 de agosto de 2011

Él preguntó
¿qué te está pasando?
Ella respondió
nada
la vida
nada tan importante
nada tan insignificante
no sé.

Seremos memoria

Recordamos porque existe la muerte.
Tenemos historia porque tenemos memoria.
Lloramos porque tenemos historia.
Tenemos historia porque luchamos.
Luchamos porque hay vida.
Y si tenemos vida, solo nos importará luchar
para construir una historia,
aunque nos lloren,
lo harán porque seremos memoria,
será porque habremos muerto.

"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", Cesare Pavese

Estuve charlando con ella y no es tan mala al parecer. Dice que no es cierto que nos aceche expectante para dar el zarpazo, no. Dice que es como una madre.

Pude comprenderla. Al parecer, ella no es la hija de puta, sino que lo soy yo. Puso las cartas sobre la mesa y me recordó la situación en que el rey Salomón quiso dividir al niño para que cada madre quedara satisfecha con su parte y me dijo "es eso lo que estamos aceptando".

Y no quiero, no quiero esta parte de Cuqui solamente, pero comprendo que ya nunca estará por completo.

Me prometió acunarla y dormirla para hacerla descansar, del mismo modo en que yo lo hago cada noche.

Así que, cuando sea irremediable, la dejaré ir. Salomón, yo rechazo mi parte, si es que eso la hace sufrir.

viernes, 5 de agosto de 2011

"Así yo canto para recordar / que sigues a mi lado, / que aún sueñas despierta porque así / vencemos el cansancio". Ismael Serrano, "Ya ves"

Supongo que, desde que nacemos, ella está ahí, detrás nuestro, pero no cuidando nuestras espaldas, sino esperando una distracción, un tropezón o algo insignificante que haga que nos pueda llevar con ella.

Es una batalla diaria que le damos, cada amanecer, cada noche que nos volvemos a acostar, aunque sigue ahí, cerca, del mismo modo en que lo dice Saramago en Las intermitencias de la muerte, siempre está ahí, mirándonos.

Supongo, también, que el cansancio que llevo encima es por convivir con ella desde hace años, desde otros tiempos, porque no solo cuido mis espaldas, sino que trato de que nadie que esté a mi lado se distraiga con su perfume, ni se enamore de sus ojos, ni quiera acariciar sus blancas manos.

Supongo que ella sabe que la siento, que la huelo, que percibo su mirada. Supongo que el cansancio que llevo encima, las contracturas, el dolor de cintura, la falta de sueño se deben a la batalla que le estoy dando desde que empezó a enamorar a Cuqui poco a poco, desde que empezó a aprovecharse la muy hija de puta de que mi perra está cansada, tiene años, muchas batallas ganadas, pero pocas fuerzas para librar otra.

Sin embargo, no se la pienso hacer fácil, me agacharé las veces que sean necesarias para levantarla, para que mi mano le sirva de plato, para que mi mano le lleve consuelo. Me agacharé las veces que sean necesarias para levantarla y acunarla en mis brazos como cuando era bebé para dormirla en mis brazos, y escupirle en la cara, sin decírselo, a esa hija de puta llamada muerte, que una vez más le gané, que está dormida, pero que sigue a mi lado.

martes, 2 de agosto de 2011

A viejo has de llegar o la vida te ha de costar.