Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

sábado, 24 de marzo de 2012

Día de la Memoria

Cuando era chica, recuerdo que la Pascua era todo un ritual en mi casa: no se podía comer carne, mi mamá estaba muy triste por el niño-Dios que había muerto tanto tiempo atrás y veíamos muchas películas sobre el tema.

Ahora, de grande, reconozco esos mismos ritos en mi vida los 24 de marzo, Día de la Memoria. Porque, al fin y al cabo, ese niño-Dios (que ya no creo que sea Dios) fue torturado y asesinado por pensar que había que compartir los panes y los peces, porque creía que un mundo mejor era posible. Creo que ni más ni menos hicieron esos 30000 que cada 24 de marzo recordamos, pensar que un mundo mejor era posible y que había que conseguirlo. Ellos, como Jesús, fueron torturados y asesinados.

Me pregunto si Jesús habrá tenido sepultura realmente o si nunca María tuvo el cuerpo de su hijo y quiso buscarlo, y reemplazaron ese vacío en la tumba y en la historia por la idea de que Jesús se había ido como parte de sus milagros.

Hoy, tantos años después de mi infancia, cada 24 de marzo, necesito ver documentales, escuchar programas, testimonios, oír, pensar, callar y escribir sobre esto que nos convoca. Quizás, mi Pascua religiosa haya sido sustituida por otra, más cercana.

En mi perfil de Facebook, decidí no poner la silueta vacía, sino la foto de Haroldo Conti como representación de todos aquellos que hoy están desaparecidos. Simplemente, porque esas personas tuvieron un nombre, una familia a la que amaron, un perro, una casa, un hobby y muchos amores y placeres que los ligaban a la vida. Sonreían, amaban, soñaban, escribían. Pensaban. Ni siquiera puedo afirmar rotundamente que no tengan tumba, algún lugar tienen, pero quienes necesitan darles sepultura para decirles adiós lo desconocen. Están. Esos cuerpos en algún lado están.

Como están todos esos desaparecidos vivos que son los nietos sin saber realmente quiénes son (www.abuelas.org.ar).

Y me duele, no es mi mamá la que llora en este momento por su niño-Dios torturado y asesinado, sino que es mi pecho el que se llena de un sollozo y un llanto contenido por quienes murieron por amar al prójimo como así mismo o, incluso, mucho más porque dieron la vida por nosotros para salvarnos del pecado de este mundo.

Jesucristo, antes de morir, habría dicho unas palabras equivocadas "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Sí, lo saben, lo sabían, Jesús, y espero que tu padre, si existe, no perdone jamás estas cosas, que él con nosotros diga siempre nunca más.

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