De hablar con hipérbaton, tengo la costumbre. Es decir, de hacerlo el orden lógico de la frase alterando. Pero, como el punto de vista o los juicios dependen desde donde se los valoren, lo que en mi lengua hipérbaton es, puede no serlo en otra. Y esta cualidad y/o defecto me es útil para aprender euskara y decir "ni Mariana naiz, eta Posadaskoa naiz, baina Buenos Airesen bizi naiz". Esto hace que mi modo de hablar se altere aún más y piense "del ketchup, fan soy" porque "ketchupzalea naiz". Y, tal vez, esto me permita, algún día, leer las Soledades de Góngora sin anotaciones al pie que me (re)narren lo que, en castellano, leo y no comprendo.
¡Ah!, lo olvidaba. ¿Por qué la genealogía de la vaca? Porque tenía un título, pero no un texto y tenía un texto, aunque no su título. Y, en ese desencuentro, se encontraron mientras me bañaba y la única relación que tienen es su mutua soledad.
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