Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

lunes, 3 de enero de 2011

Rebelión en la granja

Voy a empezar diciendo que Gran Hermano no es un reflejo de la sociedad, no, es sólo un juego. Sin embargo, es un juego organizado por gente que vive en esta sociedad, por lo cual, ciertos patrones que nos guían aparecen en él, como ejemplo, que haya reglas a no ser violadas. Si alguna de las reglas se quiebra, uno puede usar armas que conoce para reclamar.

A Gran Hermano 2011, creo que el tiro le salió por la culata porque quiso punir y olvidó la parte de tener que responder a reclamos. Clásico, el que pone las reglas, muchas veces, se cree que puede violarlas. Me hace acordar a cuando Sofovich jugaba al Jenga. Por un lado, la postura "saquémonos los micrófonos" o "no participemos de los juegos" no es válida porque en las reglas dice que deben usarlos y que deben participar. No obstante, en las reglas, también, dice que si necesitan psicólogos o médicos podrán solicitarlos. Y ese es el reclamo valedero. Convengamos que estos participantes no tienen muchos medios de reclamar, sobre todo, porque entraron por gusto (lo cual no implica que uno permita que violen un contrato los productores) y porque están encerrados. Es decir, cuando voy al cine, lo hago por gusto lo que no permite que el dueño del cine me pase la peli que quiera, que la pase por la mitad o que me viole en la sala. Por otra parte, todos los que participan en televisión, la gran mayoría, en realidad, le da la razón a la producción. Esto me hace acordar a cuando jugaba a las damas con mi hermana y se inventaba las reglas y que, cuando yo reclamaba, tiraba el tablero a la mierda. Telefé quisiera tirar el tablero a la mierda.

No deja de ser un juego, pero escuché a raíz de este juego algunas cosas interesantes. La primera fue de Carlos Sturze en Zapping diario. Frente a la postura de Laura Ubfal, que sostiene que refleja a la sociedad y que refleja tomas de colegios, piquetes y demás, este señor le dijo que no refleja nada y que no se los puede tratar de delincuentes por un juego y tampoco a los que toman los colegios y realizan piquetes. Por qué destaco esto, porque vengo escuchando que ahora se hace política con la toma de espacios y habría que pensar por qué se llega a esto. De hecho, Sturze decía que el problema es que Macri no calefaccionó colegios.

Otra cosa que me llamó la atención fue que una de esas supuestas "huecas" le dijo a Rial, cuando él comentó que la producción estaba tomando nota de los reclamos de ellos, que cómo tomaba nota ahora si ya lo sabían. En fin, creo que el medio los convierte en vacíos, tampoco les proponen actividades que no los hagan ver como ratas de laboratorio.

Otro participante, llamado Pepa, me sorprendió cuando dijo, primero, que con la comida no se castiga (es que si les sacan la pileta, chicos, no los vemos en bolas) y que no era justo que comieran menos los que no habían participado en los juegos como sí lo había hecho él. Convengamos que no estamos acostumbrados a que la gente se haga cargo de sus cagadas, por lo cual, me sorprendió mucho.

Por último, la producción decidió someter a votación el castigo. Es decir, hagamos que la gente decida porque Vox populi, Vox Dei, o mejor dicho, ¿quién mató al comendador? Fuenteovejuna, lo hizo. A veces, trivializamos la democracia. Abusamos de nuestros derechos y escondiendo la cara, nos masificamos (cosa que se les criticó a estos pibes) y nos creemos en el derecho de decir lo que se nos antoje en el orto sin pensar si ofendemos o si nos metemos donde no debemos. Y eso es un abuso, no el ejercicio del derecho. Esto no deja de ser un juego, pero, creo, tratar de convertir al público en Fuenteovejuna es no tener huevos para tomar una decisión en que Gran Hermano demuestre que las reglas son de la producción para la producción, que solo las tiene que cumplir una parte (o sea, los participantes) y que Gran Hermano seguirá cagándose en lo que prometieron en un contrato que iban a conceder. Como siempre en nuestra sociedad, gana el más fuerte y nos quieren hacer creer que esto es un reflejo de la sociedad en que hay que castigar desmanes de niños descontrolados, no dándoles de comer y, por qué no, asustémoslos también con el cuco.

Se darán cuenta de que estoy de vacaciones, viendo programas de alto contenido cultural. Me dio placer que alguien haya decidido decir "dame lo que prometiste".

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