Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

martes, 31 de julio de 2012

Viajes

Este año, en abril cuando volví a Posadas, volví a reencontrarme con los hombrecitos, pero no me hice consciente de ello hasta que me encontré sentada en el avión que me llevaría a San Pablo. Y es que mi viaje a Brasil significó una especie de despedida con mi papá, quien amaba ese país como yo y que me insistía en que me fuera a vivir allí. Siempre quiso eso y creo que era su excusa perfecta para poder ir seguido. Mientras lo recordaba en el avión, por supuesto, pensé en los intermiables viajes Posadas-Buenos Aires, Buenos Aires-Posadas que hacía de chica. Casi 12 horas de absoluta monotonía, que eran interrumpidas por unas pocas horas de sueño, un pebete y una cindor en botella en la parada de Chajarí. Luego, la llanura se hacía lenta, aburrida y se transformaba en una sucesión de campo-vaca-campo-vaca-campo-vaca. A él, en los micros, le gustaba viajar en el asiento de adelante para ver la ruta, nunca le pregunté qué era lo que le gustaba de eso.

Sin embargo, en la ruta, no solo había vacas sino también hombrecitos, que lejos de ser pequeños, eran grandes. Mejor dicho, eran diminutos, pero iban creciendo a medida que el micro avanzaba. Se sucedían unos a otros, eran una especie de regimiento. El aburrimiento hace que veamos espejismos y sé que es extraño que recién ahora, viajando a San Pablo, haya percibido lo quijotesco de mi visión de los hombrecitos, nunca antes había relacionado este hecho con los molinos gigantes de don Quijote. Probablemente, el agobio del viaje, el cansancio, la falta de su pebete y de su cindor lo hacían ver personas diminutas que se iban agigantando con su llegada.

Y es siempre volver al incio, porque uno de los mejores legados que me dejó mi papá fue el Quijote, lo veía reírse tanto cuando lo leía que, cuando se fue de casa por el divorcio con mi mamá, intenté su lectura para acercame un poco a él. Y descubrí un mundo fascinante. A la vuelta de la vida, yo le terminé presentando los libros de Almudena, aún hoy tiene uno, que creo no llegó a leer, pero quiero mantener ese lazo uniéndome a él, pensar que lo tiene como préstamo y que algún día va a venir a casa a tomar un café con coñac con el libro en la mano para devolverlo a su estante.

Hombrecitos, con un par de orejas y un par de brazos visibles.

lunes, 30 de julio de 2012

Mariana: Má, con todo lo que comí en Brasil, bajé de peso.

Mamá (con tono y gesto lorquiano): yo no te quise decir nada, pero vi que volviste más delgada.
- Má, andá al médico, ya se me murió uno y soy muy chiquita para ser huerfanita.

- Déjate de joder, tienes treinta años.

- ¿A qué edad te quedaste huerfanita de padre y de madre?

(suprimo aquí la parte melodramática de mi madre)

Ante la insistencia de mi pregunta, responde:

- Hará diez años.

- ¿Y de madre?

- Hace veinte años.

- O sea, tenías por lo menos 48 años cuando quedaste huérfana de madre y más cuando quedaste huérfana de padre. ¿Ves? Soy chiquita para quedarme huerfanita, tenés que por lo menos vivir 20 años más.

- Déjate de joder.

- Bueno, diez.

- Estoy cansada, no quiero tanto.

- No es tanto, no te permito que te mueras antes.

martes, 24 de julio de 2012

24 de julio - Joaquim Egidio

Hoy, luego de un paseo por Campinas, fuimos al distrito Joaquim Egidio, cuya particularidad es ser del siglo XIX y tener más gallos que niños.
















domingo, 22 de julio de 2012

22 de julio - São Paulo

El 22, salimos con Dulcinea, su prima y el marido de esta en dirección a São Paulo. La idea era ir a escuchar la misa con canto gregoriano en el Monasterio de San Benito, pero llegamos y estaba todo lleno. Luego, fuimos al Mercadão y comimos unas ricas comidas.

Más tarde, fuimos al Museu do Ipiranga, edificio construido especialmente para ser museo. Su jardín fue inspirado en los del palacio de Versalles y es realmente muy lindo. En cuanto a la muestra, puedo decir que me impactaron mucho unas fotos de unos esclavos, cuyas miradas eran mucho más que de tristeza. Los carteles decían en todas ellas que eran "anónimos", sin embargo, serían anónimos para quien las colocó, pero sin duda tenían algún nombre. Al lado de las fotos, había elementos que fueron utilizados para mantenerlos apresados o para torturarlos.






















sábado, 21 de julio de 2012

21 de julio - Mogi Guaçú

El sábado, salimos con Dulcinea y Rosângela para Mogi Guaçú, una ciudad chiquita y encantadora. Como siempre que nos subimos al auto de Rosângela, terminamos comiendo en un lugar en que ni siquiera daba señal el celular.

Luego, fuimos a recorrer la ciudad, vimos los dos puentes, escuchamos el sonido del río, vimos la iglesia y la plaza y, más tarde, volvimos para Campinas.

Previa escala en la casa de Rosângela, fuimos al show de Alceu Valença en el Sesc de Campinas. La verdad, no conocía a este señor, pero lo maravilloso de ir a los lugares es ir conociendo parte de su cultura. Quedé maravillada, recomiendo que lo escuchen.