Ensonnacionesmarianas es un blog abierto a la reflexión propia y ajena sobre cualquier tema sobre el que deseemos pensar. El ensueño tiene que ver con la idea antigua del sueño como camino al conocimiento (por ejemplo, El primero sueño de Sor Juana).

F(h) Consultora en PYMES y ONGs

domingo, 8 de noviembre de 2009

Lo único en la vida que se pareció a mi vieja

El cuatrimestre pasado, mi amiga-comadre-compañeradefacu, Noelia, cursó un seminario sobre tango. Como siempre, andaba insegura con el tema para elegir y se me ocurrió proponerle uno que no aceptó y que, realmente, la hizo creer que no estoy muy bien de la cabeza. (Convengamos que ella hizo un análisis de "Tinta roja" que, si bien está muy bueno, también, me hace pensar que muy cuerda no está).

No lo desarrollé. En realidad, es una idea que tengo por dos tangos "Cafetín de Buenos Aires" (Discépolo-Mores) y "Café la humedad" (Cacho Castaña). La idea es analizar el cafetín de Buenos Aires como un útero materno. Sabemos que una cosa es la infancia, que muchas veces idealizamos de grandes como un lugar paradisíaco y otra la adultez.

En la niñez, el chiquilín mira de afuera, el cafetín es el espacio de los mayores. Ese chico tiene un mundo, tiene una madre que lo proteje. De cualquier manera, ese espacio de afuera es frío, en contraposición a la calidez interior cual útero materno del café: cigarrillo, café (elementos cálidos) y los amigos. En "Café la Humedad", tal vez, tomando del otro tango, habla de la humedad, la llovizna y el frío del afuera y como su aliento empaña el vidrio, es decir, lo caliente de su aliento que está en el interior del bar. El café, nuevamente, aunque frío y los cigarrillos (en el cenicero) como lugar del calor. De más, está hablar de la importancia de la humedad en el útero, en este nuevo útero.

Otra cuestión, es el tema de la amistad y de lo lúdico. En ambos tangos, es posible "no pensar más en mí" o alejarse de la muerte. En el útero, paraíso del bebé, la vida, el juego y el calor se hacen presentes.

Por otra parte, las mujeres permanecen fuera del café. Las mujeres que engañan y traicionan pertenecen al mundo frío, el mundo cruel que queda puertas afuera. En ese mundo masculino, en ese ámbito, se recrea esa senación de protección, de infancia, de juego, de placer (aquí, además, del cigarrillo y el café, entra el juego).

Sé que no es un gran análisis, de hecho, confieso no haberme detenido mucho más. No me da la cabeza en este momento para hacerlo.

Esto es para Noe y su papá.

2 comentarios:

  1. A mi me apreció fantástico. Si fuera un profesor universitario diria que seria la introducción para una monografia. Es mas te diria: "Buena iniciativa, ahora quiero que desarrolles esa teoria"..

    Esta muy bien, da para mucho mas, ojalá que puedas realizar una tesis o algo similar con esa tematica que da para mucho... sobre todo, porque refleja en cierta forma algunos aspectos de la sociedad porteña. Nunca dejamos de psicoanalizar... pareciera que nos gustase volver siempre al ceno materno (bien, es el deseo primordial del ser humano, pero, el tema es como se refleja en la sociedad de la Capital de la republica argentina)

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  2. Es que soy muy perezosa para escribir más. Tengo idea de tesis de doctorado con el Quijote y no te miento. Gracias, profesor.

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