Rio, la ciudad maravillosa, me da tristeza. Viendo mis fotos, mi hermana me pregunta que cómo puedo decir que es una ciudad fea y es que no lo es. Es una especie de postal a la que a uno le da miedo ensuciar, el fondo perfecto para sacar fotos. Sin embargo, cuando viajo, trato de no ir como turista aunque lo sea. Me gusta acomodarme al lugar, sentirlo familiar y hacerlo mío y hacer mi vida como si yo le perteneciera de siempre. Sé que eso es un problema mío con respecto al nomadismo de mi familia, entonces, viajar se me convierte en una tortura y abandono familiar, etc.
A partir de este momento, voy a pedir disculpas si alguien se siente ofendido y/o contrariado. Voy a decir algo que puede sonar a arrogancia argentina, pero es lo más sincero. Creo que en muchas cosas estamos mucho mejor que Brasil, pero mucho. No me pregunten de la economía y las cifras, sólo voy a contar cosas que vi y conversé.
Desde la primera vez que fui a Brasil, todo lo que tiene que ver con enseñanza de idiomas me pareció tristísimo. En general, enseñan quienes son nativos de un lugar o vivieron en él. ¿Profesores diplomados? (Cuando hablo de estudios, no me refiero al cursito que les da la institución antes de empezar, el cursito porongocho no te hace profesor) . No conocí muchos (no conocí ninguno, no quiero decir que no haya). Creo que por ese motivo a los brasileños les cuesta tanto hablar en español y confunden (incluso, teniendo bastante tiempo de estudio) el "usted" con el "tú", algo básico: lo formal de lo informal. Por lo que me comentaron, además, los cursos salen el doble de lo que pago yo acá sin contar que el real está a dos pesos, o sea... carito ¿no? En cuanto a las universidades públicas, sólo puedo comentar sobre la carrera de Letras en la UFMG. Por lo que me dijeron, una de las mejores universidades estatales de Brasil. Bueno, asistí a un par de clases de una materia introductoria hace un par de años y tuve ganas de llorar, Panesi se hubiera hecho un haraquiri. Entre otras cosas, un alumno me comentó que estaba cursando cinco materias y que leía un montón. Cuando me mostró los apuntes, no sabía si reírme o llorar: juro que para una materia leí más que él para cinco. Ese fue el conflicto de muchas brasileñas que conocí en la UBA que hacían maestría en Letras. Para empezar, algunas que eran profesoras de español, mal lo hablaban, daban lástima.
En cuanto a seguridad, ni hablemos. No niego que, en Argentina, haya problemas de inseguridad, pero estamos un poco distantes de semejante crimen organizado por los narcos. Dejemos de decir que estamos como en Colombia o Brasil. Estando allá, no sólo me dijeron cosas como "esta es una zona de bala perdida" o cosas por el estilo, sino que vi la noticia de cómo el Comando Vermelho (grupo narco) invadió Niterói para apoderarse de la venta en ese lugar. Juro que no lo podía creer.
Tampoco voy a negar la pobreza y la desigualdad de mi país. Pero juro que me parece una guarangada la ostentación y el lujo en algunas zonas de Rio, parecen las fotos que uno ve de Miami, da la sensación de no estar en Sudamérica. Y, por el otro lado, las grandes favelas, por todos lados. Y la tristeza que me dio el día en que un chico que hace malabares delante de los autos se levantó la remera y dio la vuelta antes de empezar y me dijeron que era para que viera que no lleva armas. Me pregunté dónde estaban esos 19 millones que Lula sacó de la pobreza. Y no es que tenga algo en su contra, muy por el contrario.
Lo que puedo sacar en positivo de esto es que, en Rio, la pobreza está a la vista de la gente, te golpea en la cara día a día. Está en lo alto como el Cristo, mostrando sus brazos. Nunca la podrían poner detrás de un muro o vallarla como quiso Macri.
Cómo me gusta Argentina.
PD: Lilita dejá de hablar de Brasil.
PD: lo que escribí es mi opinión, es obvio que sólo es una parte del todo.
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