Hombre Pequeñito
Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar.
Yo soy tu canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula, que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.
Marcos
no entiende que la pequeñez no se relaciona con el tamaño, que tiene
que ver con su pobre alma. Marcos quiso negar que lo amé media hora,
quiso negar que él mismo provocó que eso dejara de suceder y, como dijo
una vez Saramago, las mujeres toman decisiones que luego los hombres
dicen que fueron suyas. Marcos decidió que yo ya no le importaba
una vez que yo le había dicho que no me interesaba en lo más mínimo él.
Marcos nunca entendió y nunca entenderá, él es muy pequeñito y yo quiero volar.
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