Su infancia está llegando a su fin, aunque ella no lo perciba. Sin embargo, los signos de su crecimiento van apareciendo en las preguntas que empieza a formularse.
Es una época rara. Desde que tiene uso de razón, la televisión está invadida de políticos que visitan a Bernardo, el dinosaurio, y alternan en la pantalla con Heidi, Los halcones galácticos y otros más.
Pero ésta, en particular, es una época rara. Tal vez, porque se empieza a hacer preguntas.
Las pintadas aparecieron solas en el edificio que está frente a su cuadra sobre la esquina izquierda. Todos los días, luego de la siesta, va a la habitación de sus padres y las lee, «Carlos, no al indulto», y no entiende el mensaje. Después, se va, pero todos los días regresa a esa cita ritual y lee el paredón como interrogándolo con la mirada y lee como pidiéndole una respuesta.
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