El patio y los juegos permanecen ahí, novias girando en círculo, cowboys.
Por la tarde, luego de la ducha, con todo el vigor de un buen baño es superman, son dos y a veces hasta tres, toalla roja con flores azules atada al cuello y salen a volar por la casa. La capa es de superman de subdesarrollo, nunca está muy de acuerdo con las flores, pero la imaginación hace que sea tan posible que las flores desaparezcan como volar y salvar al mundo. Es cierto, paradójico que salven lo que minutos antes había destruido con el fuego de las balas, pero lo cierto es que ella está fascinada con ese hombre que endereza la torre de Pisa con una mano y al que un italiano hace la vendetta. Todo el sueño se desvanece cuando papá llega para cenar y mamá les pide las toallas para ponerlas a lavar.
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