En la búsqueda de la galletita deseada. Comer galletitas Surtidas o Variedades tiene mucho de azar: meter la mano y tener la suerte de obtener aquella que más nos gusta. También, tiene aceptar que hay gustos distintos y que no siempre lo que nos toca nos es dulce al paladar.
Libertad se relame los labios cada vez que come una boquita de dama mojada en la leche. Su mamá le pregunta por qué no comprar un cuarto de boquitas en la panadería, ya que, en esta época, las galletitas no vienen aún en tubitos, sino que están en grandes cajas cúbicas de latón y se compran por peso en la panadería. Porque no, dice ella, porque si todas fueran las que quiero me aburriría finalmente, no habría desafío.
Libertad se relame los labios cada vez que come una boquita de dama mojada en la leche. Su mamá le pregunta por qué no comprar un cuarto de boquitas en la panadería, ya que, en esta época, las galletitas no vienen aún en tubitos, sino que están en grandes cajas cúbicas de latón y se compran por peso en la panadería. Porque no, dice ella, porque si todas fueran las que quiero me aburriría finalmente, no habría desafío.
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