Desafío, pero al fútbol. Llegó el sábado y los hombres decidieron descansar. Dejaron los jazmines y se fueron a correr y reírse como chicos. Las mujeres fueron llegando con el mate para construir un mundo con palabras.
Una vez finalizado el juego, fueron presentados los jugadores invitados. Santiago se acercó a Libertad, que estaba de espaldas, y le dijo, te presento a Gabriel, el nuevo fotógrafo. ¿Así que sos fotógrafo?, preguntó mientras terminaba de guardar las cosas. No, sólo hago radiografías del interior de la gente. Pero hay que fotografiar pies, no almas, dijo socarronamente Libertad. Nadie dijo que lo profundo estuviera en el pecho, todavía no vi tus ojos y sé que los estás escondiendo. Libertad se dio vuelta para enfrentar el desafío y, al ver su mirada, se cubrió la cara con el dorso de sus manos porque la luz de los de él la encandilaba y sintió un sacudón cuando encendió su corazón, que él ya sostenía entre sus manos.
Una vez finalizado el juego, fueron presentados los jugadores invitados. Santiago se acercó a Libertad, que estaba de espaldas, y le dijo, te presento a Gabriel, el nuevo fotógrafo. ¿Así que sos fotógrafo?, preguntó mientras terminaba de guardar las cosas. No, sólo hago radiografías del interior de la gente. Pero hay que fotografiar pies, no almas, dijo socarronamente Libertad. Nadie dijo que lo profundo estuviera en el pecho, todavía no vi tus ojos y sé que los estás escondiendo. Libertad se dio vuelta para enfrentar el desafío y, al ver su mirada, se cubrió la cara con el dorso de sus manos porque la luz de los de él la encandilaba y sintió un sacudón cuando encendió su corazón, que él ya sostenía entre sus manos.
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